Controlar el tiempo, para no perderte. Para siempre hallarme a tu lado. Respirar tu mismo aire. Dibujar los mismos sueños. Sentir al mismo compás. Quisiera que tus manos me dijeran cuánto me extrañan. Que me abraces con la enajenación más inmensa. Presióname, no dejes espacio entre nosotros. Que tu piel se coma mi piel. Que tus labios se enfermen de los míos y que tus manos no se detengan. Ojala no fuesen sólo momentos bajo las estrellas. Ojala fuese una vida contándolas una por una, sumarlas y dividirlas en dos partes iguales. Sin injusticias, ambos merecemos el cielo. Sí, ambos lo merecemos... pero juntos, de la mano. Todo fue hecho para nosotros. El amor está y saturado de esperanzas. No puede ser igual, pero puede ser mejor. Si quisieras podríamos volar. Si en el mundo no hubiese nadie más, no dudarías en tomarme y te conquistaría hasta la eternidad. ¿Por qué la vida se divierte con nuestros corazones vehementes? Sanos, dignos de poder ser felices. Mientes si me dices que no es cierto que me amas como la primera vez. Mientes si me dices de la misma forma, que no podemos ser felices nuevamente. Que jamás brillará el sol con la misma intensidad. Si no me pruebas, vendrá otro a desgustarme y me robará, puesto que aunque amanezca mañana y dentro del tercer milenio, yo seguiré siendo tuya, aunque que me guardes bajo la cama. Ahí estaré, hasta que me recojan, el día menos pensado, vendrán por mi. Será tarde... nunca es tarde para empezar de nuevo. ¿Qué dices? yo digo que todo pasa para que aprendamos lo que no hubiéramos aprendido antes. Aprendí que te amo y que quiero hacerte feliz. Quiero enamorarte todos los días y controlar el tiempo, para no tener que esperar.
sábado, 15 de marzo de 2008
domingo, 2 de diciembre de 2007
Agonía
Chicos imperfectos. Estornudando injusticias. vomitando errores. Convulsionando perdones que nunca se pidieron. Ahora se consumen. Afiebrados de temor, temor a perderse, afiebrados de muerte y anémicos de una pasión que no se entregaron jamás. jamás la tendrán. Sedientos de ternura, de magia, de tardes de cielo anarajando y de césped envuelto en hojas crujentes. de nieve veraniega, y océanos atormentados. lluvia celestial y sonrisas eternas. ¡Cómo olvidar!, esas canciones hechas para ellos, nubes con mil formas, vientos danzantes y algunos films clásicos. Cómo se inyectan rabia, resentimientos erróneos, mal entendidos. no intentan entenderse, ¿Por qué no hacen nada por mirarse? Dueños de las estrellas, ¡oh! ¡cómo suspiran!, suspiran porque les llegó la hora. Agonizan lentamente, agonizan de amor. están matando al amor. Amor perfecto de chicos imperfectos, mejor dicho: estúpidos.
domingo, 28 de octubre de 2007
Mustio
Puede que sea tarde y quizás mi vida se está corrompiendo. prefiere ir en busca de unos ojos seductores, no se si malvados, no se si sinceros. Sinceros siento los tuyos, que ya no me miran, o prefieren ignorarme. la ignorancia duele, duelen tu ojos de espada. me sacan sangre, de la que mi corazón ya no tiene, ha preferido partir. se fue con otro que le dio la mano antes que tú. porque me daba dulces a cambio, tu me ofrecías amor. Yo era niña, una niña que no le ensañaron a no conversar con extraños, marchó cegada, enardecida por una pasión endemoniada. Quiero irme contigo y no mirar atrás, ir en busca de un anhelo de dos colores que representan un paraíso eterno. con sonidos esperanzadores, llenos de algo que no los deja vacíos. Yo estoy vacía, pesarosa, porque eres Tú el que ha tomado otra mano sin volverse. La mano de un destino probablemente mejor al que te pude dar yo, ¡creéme! que yo no creo en el destino. Pero mi corazón pudo ser tuyo. El reloj dice que ya no hay tiempo, se acabó el tiempo quimérico, ahora el día sólo tiene 24 horas.
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